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Desde hace algunas semanas van apareciendo calendarios y próximas competiciones.
Esto nos lleva a pensar en ponernos un dorsal, de hecho ya ha habido unas cuantas.
A la par los rebrotes siguen apareciendo y parece que la cosa se nos empieza a ir de nuevo de las manos.
Yo pensaba hasta hace poco que de competiciones amateurs nada de nada y que solo se mantendrían los calendarios profesionales (algo lógico por cierto).
- El mundial de LD de duatlón de Zofinger cancelado.
- Varias copas del mundo que se iban a celebrar por Asia también.
- Copa del mundo en Brasil, cancelada.
Parece que el mundial sigue en pie, se celebrará a un día como antes. Una buena noticia, ese formato a mi personalmente me gustaba mucho más.
A nivel nacional, la cosa va y viene.
Ayer fue el triatlón de Tres Cantos, donde tuve representación de deportistas.
Pero a la par nos llegan noticias de cancelaciones de pruebas locales y de que las pruebas nacionales se tambalean. (por ejemplo Almazán este próximo finde sin ir más lejos)
Con todo este panorama tan cambiante, enfocarnos y basar nuestro entrenamiento pensando en competir en una fecha clave es complicado.
Este episodio quiero enfocarlo sobre todo a gente menos experta, más novata y más joven.
Creo que debemos de centrarnos en nosotros, en lo que podemos controlar y en aquello que podemos hacer.
Motivarnos con las competiciones está bien, nos va a hacer dar ese punto extra en un día de serie, nos hará salir a entrenar un día que estemos cansados o haga calor. Todo el mundo es capaz de salir a entrenar con las condiciones idílicas pero no cuando la cosa se tuerce, las competiciones en ese momento pueden darnos ese punto extra de motivación.
Pero no debemos de poner toda nuestra motivación en ellas, porque tal y como estamos viendo se nos pueden caer, y con ellas nuestras ganas de entrenar.
Algunas cosillas que podemos tener en cuenta:
- ver el proceso de entrenamiento como algo global. Que son 6 meses o un año dentro de toda nuestra vida deportiva.
- Foco interno (motivación intrínseca).
- Contrastar nuestro rendimiento de forma objetiva: con entrenamientos en situaciones similares, alguna subida que tengamos controlada, algún test de agua, etc. Es decir, montar nuestra propia competición, incluso hacerla con algún amigo con nivel similar para poder dar un punto más.
- no pensar en la competición como el final de un proceso, sino como un objetivo que alcanzaremos y seguiremos trabajando.
Si conseguimos manejar todo esto mentalmente, nos preocupará bien poco lo que suceda, ya que intentaremos seguir progresando independientemente de lo que ocurra. Es decir, centrarnos en aquello que esté dentro de nuestro círculo de influencia y olvidarnos del resto.
Saludos